Santa Marta, con su clima cálido y húmedo, es un paraíso no solo para quienes la visitan, sino también para diversas plagas que encuentran en este entorno las condiciones ideales para proliferar. Desde mosquitos transmisores de enfermedades hasta roedores y termitas que amenazan nuestras viviendas, el control de plagas se convierte en una tarea esencial para preservar la salud y la integridad de nuestros hogares y negocios.